
El fanático de Donald Trump que se coló en el despacho de Nancy Pelosi en el Capitolio y se sentó en su silla o ha sido detenido 48 horas después del asalto.
Richard Barnett se enfrenta a la acusación por tres delitos: entrar y permanecer en terreno restringido, entrada violenta y robo de propiedad pública, según informan las televisiones estadounidenses NBC News y ABC News. Podrían no ser los únicos, ya que el equipo de Pelosi ha denunciado la desaparición de diverso material e incluso un portátil.
Durante su irrupción en el despacho de la presidenta de la Cámara de Representantes, Barnett dejó una nota a la líder demócrata: “No nos vamos a echar atrás”.
La revuelta, instigada por el propio Trump, dejó al menos cinco fallecidos y decenas de heridos y detenidos en unas imágenes que han dado la vuelta al mundo.
Hasta el presidente terminó por condenarlas (más de un día después) visto el efecto de repulsa que generó.
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