
El
reportero de Telemicro Internacional, Manuel Ruiz, en el Hospital de
Rehabilitación Burke en el condado Westchester ofrece su testimonio
sobre los estragos que le ha ocasionado el COVID -19. (foto fuente
externa).
Nueva
York:-El reconocido reportero de Telemicro Internacional, Manuel Ruiz,
fue una de las primeras figuras célebres de la comunidad de Nueva York
atacada por el COVID-19 durante el pico de la pandemia.
Estando
en su apartamento después de llegar de las calles donde transmitía
reportajes sobre los millares de contagios y miles de muertos en la
ciudad, comenzó a sentir los síntomas y se comunicó con su médico
primario, el doctor Rafael Lantigua, quien le recomendó ir urgente al
hospital Presbiteriano en el Alto Manhattan.
El nosocomio colapsó y tuvo que ser ingresado en cuidados intensivos y entubado.
“Estuve
a un paso de la muerte”, relató Ruiz ayer en la tarde en entrevista con
este reportero desde el hospital de rehabilitación Burke en el condado
Westchester donde fue transferido luego de superar el estado crítico
por el coronavirus.
Ruiz,
aunque ya puede caminar, envió imágenes sentado en una silla de ruedas y
de una horrenda ulcera en la espalda en forma de profunda llaga cuya
foto es impublicable por el shock que produce al verla.
Por
la úlcera, tendrá que ser sometido a cirugía reconstructiva y sus
dolores son tan fuertes que tiene que dormir de lado, pero no concilia
el sueño, aunque le suministran antibióticos intravenosos, los dolores
son insoportables por lo que tienen que darle potentes calmantes”,
agregó.
El
ataque del virus, por suerte, no le afectó el riñón trasplantado y
según un reciente examen tiene la función en ese órgano en un 3 que es
excelente.
“Nunca
supe lo que pasó en el trayecto de mi casa al hospital, me di cuenta de
eso a los 45 días”, añadió en referencia al tiempo que estuvo en coma
sin poder despertar.
“Tenía
un 6% de oxigeno, eso era lo que me quedaba, estuvo a minutos de la
muerte, pero gracias a los esfuerzos del doctor Lantigua, que más que mi
médico es mi hermano, llamaron a mi mujer para entregarme y esa fue la
primera lucha”, narró añadiendo que estuvo 27 días entubado.
“Cuando
desperté estaba en cuidados intensivos, nunca pude pensar en nada, pero
en el tránsito entre la vida y la muerte, me vi paseando en la
República Dominicana, y que allá era millonario, me reuní con mis hijos y
la familia en Cotuí y de allí me iba a las playas. Nunca pensé en la
muerte”, añadió.
“Caí
como un zapato hasta que desperté a los 45 días y pregunté en el
hospital: ¿dónde estoy y que ha pasado?, y entonces me explicaron lo que
me había ocurrido. No había sabido más de mí”, señaló el reportero.
“Cuando
quise mover las piernas, no pude, estaba virtualmente paralítico y con
la voz afectada y tuvieron que hacerme una tractotomía
reconstructiva, porque estaba tragando a través de un tubo, sin comer
nada sólido”, añadió Ruiz.
“Gracias
a Dios, pude superar la etapa fatal del virus y el día 7 de este mes de
julio me dieron de alta del hospital Presbiteriano, enviándome donde
estoy ahora y llevo ocho días tomando la terapia física para movilizar
todos los miembros de mi cuerpo semi inmóviles y terapia ocupacional
para hacer ejercicios y saber cómo debo vestirme, además de
orientaciones”, explicó.
Está
caminando ya pero tendrá que seguir el proceso hasta su completa
estabilidad. Dijo que continuará con su trabajo de reportero en las
calles, aunque tendrá que hacer una pausa.
“Con
las botas puestas”, reiteró Ruiz sobre la palabra que ha usado en
referencia a si muere en el servicio de reportero, lo hará satisfecho
del deber cumplido.
Gracias al apoyo masivo
El
reportero, quien recibió un masivo apoyo de solidaridad de cientos de
admiradores a través de las redes sociales y medios de comunicación,
además de docenas de llamas a su médico y al hospital, dijo que estará
siempre agradecido.
Cadenas de oraciones fueron convocadas por su salud desde que cayó en coma.
Informó
que en muchas iglesias de la República Dominicana en su pueblo natal,
Cotuí y en su comunidad del Alto Manhattan, se pusieron en oraciones lo
que sentía entre la vida y la muerte, que le daba fuerza espiritual
para levantarse.
“Voy
a salir airoso nuevamente de esto y agradezco infinitamente a la
comunidad, que me ha demostrado que las relaciones y la solidaridad
tienen mucho más valor que el dinero”, añadió.
“Tal
vez alguien quería darme dinero y no pudo hacerlo, pero me siento
satisfecho con el deber cumplido y sigo comprometido con mis botas, no
las boto porque voy a seguir con lo que a mí me gusta”, adelantó.
“Haré
una pausa, porque tenemos que adecuarnos a la dura realidad que estamos
viviendo ahora y debo decirle a la gente que COVID-19 es una realidad,
no se puede jugar con pandemia.”, exhortó Ruiz.
“Soy
un ejemplo vivo de la tragedia y lo que ello implica para el mundo y la
gente sigue jugando y miles siguen muriéndose. Por favor vamos a
mantener la distancia social, la mascarilla y respetar otras
recomendaciones que sirven para protegernos del virus que es lo más
importante”, añadió.
Cerró
agradeciendo al doctor Lantigua, quien lo recibió en emergencia, echó
el pleito y ha dado seguimiento paso a paso a su situación.
“Nos mantenemos en contacto con el doctor Lantigua, que no me apoyó a mí, sino a otros muchos dominicanos”, dijo.
Explicó que solo se le permite una visita por día en horario de 5:00 de la tarde a 7:00 de la noche de lunes a domingo.
Por Miguel Cruz Tejada
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