"Yo le pido a la familia que me perdonen y que me dejen ir a su entierro, me pueden llevar esposado, con policía, no importa, yo lo quiero es verlo", expresó al ser entregado a las autoridades por el Comité Dominicano de los Derechos Humanos de Hato Mayor.
Trinidad Jiménez, quien aclaró que no acostumbraban pelear, dijo que tan pronto lo vio caer al pavimento fue a socorrerlo de una vez.
Agregó que él no quería pelear pero que el hoy Palemero insistió tanto hasta que finalmente decidió ponerse los guantes
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