Aunque muchos no corroboren, o estén de
acuerdo, con el parecer aquí expuesto, la verdad es que, hay realidades
indebidas, e innegables, que se dan entre los hombres (general),
comparables con un “Sol de mediodía”, en términos fehacientes; y que,
por tanto, requieren de algún tipo de remedio que resulte efectivo para
su control, y hasta en pos de lograr una eventual erradicación total
definitiva. ¡De provenir el Universo inmanifiesto, mejor!
Es evidente que, la sociedad mundial no
debe seguir transitando por los mismos senderos degenerativos que hasta
ahora; como, aquellos de la desobediencia alegre a los preceptos divinos
conductuales, en que se incluyen, tantos los de carácter justiciero
atinentes; como, los humanitarios de rigor, propiamente, entre hermanos
terrenales.
Sí, esos que fueran dictados en su
oportunidad por el Gran Arquitecto del Universo; y, que los hombres
(general), deben observar siempre, para evitarse acarrear los karmas
merecidos que devengan luego, los cuales les habrán de llegar en los
momentos menos esperados.
Más que notorio se reporta el hecho de
que, desde hace gran tiempo hasta la fecha, el mundo ha dado un giro de
360 grados, hacia lo degenerativo por completo, podría decirse sin temor
a equivoco alguno. Es más, no sería osado expresar, qué lo racional
pasó de moda.
Todo se atribuye a la mal asimilada
modernidad en curso, que no necesariamente implica asumir las actitudes
indebidas que se verifican entre la gente de hoy, que hasta de
irracionales muchas de ellas se podrían catalogar.
La proclividad se ha mantenido intacta en
tal sentido. Todos los mandamientos de carácter divino se violentan sin
contemplación, queriéndose hacer las cosas conforme a la voluntad de los
hombres, e ignorando la del Supremo Creador.
Todo hay que cambiarlo, y degenerarlo por
completo. Muchos entienden que las prescripciones divinas generalizadas,
como el ordenamiento mundial, al igual que las condiciones de
convivencia humana, procedentes de Aquel – el Supremo Creador -, no
tienen sentido; que solo es valedero lo terrenal.
Aquello de crecimiento espiritual de que
tanto hablan los religiosos, como los esoteristas mismos también, ¿para
qué?, sostienen muchos. Vamos a buscar cuartos, sin importar los
medios; de todos los bienes materiales posibles; a disfrutar de los
placeres mundanales; a vivir el día a día. Es una concepción casi
generalizadas entre los hombres del presente (general).
¡Creación de tribus sanguíneas (familias)!
Eso es para complicarse la vida. Ahora menos, que hay libertad de
selección en cuanto al sexo respecta; se elige el que se quiere, aun se
tenga que modificar la economía física con que se nace.
A las mujeres le han hecho perder su valor
esencial, en términos de los roles fundamentales asignados por la
Naturaleza, a partir de las inducciones enmarcadas dentro del nuevo
pensamiento de la mal asimilada liberación femenina, en que se esgrime
la igualdad de sexo, por un lado, como la competencia abierta entre
congéneres distintos, por el otro, para completar.
Muchas de ellas mismas se consideran
iguales que los hombres, y que pueden competir de tú a tú con esos.
Dejan de lado sus limitaciones muy propias, físicas, mentales, y
emocionales. Algunos varones, para irrespetar lo debido, también están
intentando parir, en procura de romper con el esquema natural dispuesto.
¡Oh, Dios mío!
Se
debe ser reiterativo en que, la mujer es el ente más importante sobre
el planeta Tierra, aunque no pocos opinen lo contrario; que no es así.
Cocreadoras por excelencia con el Supremo; y, por supuesto, “eslabón” de
equilibrio emocional dentro de las familias que se forman; que son las
células primarias de toda sociedad. Su trabajo en los hogares con los
vástagos, siempre es traslativo hacia esa.
Sin ellas, desempeñando sus roles
principales, es obvio que la especie humana dejaría de existir. Están
encargadas de la preservación y el aumento de esta, a través del trabajo
de gestación que les toca realizar.
Ausente este maravilloso ser, tampoco
fuera posible el tránsito de las entidades espirituales hacia el planeta
Tierra, para convertirse en Almas, buscando la evolución requerida, a
los fines de alcanzar el retorno definitivo a su Fuente de Origen. ¡Qué
gran valor tienen las mujeres!
A la Madre Mayor, la Naturaleza, que no
escapa de las desaprensiones humanas, por igual se le viene maltratando y
deshonrando sin piedad alguna, olvidándose de que sus Elementos se
inclinan por pasar factura a los hombres, cuando esos les hacen sentirse
mal, En cualquier momento puede ocurrir la retaliación.
Para mayor ilustración en ese tenor,
véanse los fragmentos que a continuación se transcriben, extraídos de un
artículo que escribiéramos hace un tiempito ya.
“Los Seres de los Elementos
(salamandras-fuego), (ondinas-agua), (silfo y las hadas-aire),
(gnomos-tierra), fueron creados para servir a los hombres con Amor;
pero, con demanda de reciprocidad por parte de esos últimos en el mismo
orden (Amor, Gratitud y Bendiciones), según el Plan Divino previsto para
los ellos. No obstante, ese deber humano, por lo que intuye, muy poco
se honra”.
“Sí, la ingratitud y los malos
pensamientos de los hombres terrícolas son los que más se advierten,
promoviendo el que esos Seres Elementos se atormenten, y se resientan,
al extremo que procuren en ocasiones “deshacerse de la impureza y la
discordia que el hombre ha impuesto sobre ellos durante millones de
años”, dicen los que saben mucho sobre el particular”.
“Lo hacen de ordinario a través de pestes,
plagas, y fenómenos naturales de gran consideración que se
experimentan: tornados, huracanes, maremotos, terremotos, pandemias,
etc. En los pensamientos y sentimientos propios de la humanidad se
encuentran las causas de todas las expresiones destructivas de estos
Elementos”.
De acuerdo a lo expresado, cuando se
asocia el papel de esos Elementos en el planeta Tierra, con lo que
actualmente viene ocurriendo, destacándose como procedente, y muy
necesario, el aislamiento social, en primer orden, como otras severas
previsiones a adoptar en adición, las inquietudes aguijoneantes asaltan
al más incrédulo. Cualquiera se preguntaría, ¿por qué? En el presente,
la gente hasta se tiene miedo entre sí -. ¡Qué chocante, verdad!
Incluso, uno de los señalamientos bíblicos
puntuales del maestro Jesús, se ha tenido que dejar de lado en estos
tiempos: “Porque donde están dos o tres congregados en mi nombre, allí
estoy yo en medio de ellos”. (Ver: Mateo 18-20).
¡Ahora, tampoco se puede hacer eso! Lo
acabamos de ver, en el marco de los cultos religiosos alusivos a la
Semana Santa última, entre otros actos masivos que de ordinario se
celebran. ¡Todas las aglomeraciones de personas están prohibidas!
Concatenando juicios, u opiniones en
relación con lo tratado, fácilmente se puede colegir que, el destructivo
Covid-19, en curso actual, podría tener que ver también, en parte, con
los “tormentos y resentimientos” de esos Seres, qué cobran, o retalian
de vez en cuando. ¡Se la desquitan cuando se “enfadan” demasiado!
Los pensamientos y sentimientos nocivos a
nivel de sociedad mundial, desde hace ya mucho tiempo, son innegables.
¡Piénsese en eso! A veces, las desobediencias al Supremo Creador, tienen
un alto costo para la especie humana.
En razón de todo lo expuesto más arriba,
creemos que, no solamente se debe estar haciendo, reflexionando, en la
creación del letal virus referenciado, como obra de alguna de las
potencias que se disputan la hegemonía mundial en todos los órdenes,
como es de la creencia de algunos opinantes ligeros sobre el particular,
basadas más bien en supuestos superficiales.
Y, más se podría hablar así, después de leer una información aparecida en el periódico digital, de fecha 15-4-20, “almomento.net”, titulada “EEUU dice evidencias dan a entender que origen de coronavirus es natural”, con su respectiva reseña al pie, de la cual se transcribe aquí la parte inicial:
WASHINGTON – “El jefe del Estado Mayor Conjunto de las Fuerzas Armadas de EE.UU.,
el general Mark Milley, señaló este martes que todas las evidencias
apuntan a que el origen del coronavirus SARS-CoV-2 es “natural”, aunque
reconoció que los informes aún no son concluyentes”.
Luego, “¡Ojo al Cristo!” Es posible que el
asunto no sea tan fácil de interpretar, como manejar; y, quizás, hasta
puedan ir algo más lejos las puniciones kármicas acarreadas
constantemente por la sociedad del mundo. ¡Esperar, solo resta!
Autor: Rolando Fernández
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